Buenas #sanetes!!!
¿Has oído hablar alguna vez de la importancia de enfriar los carbohidratos tras cocinarlos?
SI/NO
¿Qué busca esta técnica?
Crear almidón resistente a través de la gelatinización de éste, para que de este modo nuestras enzimas lo digieran con facilidad y sea más fácilmente aprovechado, y a mayores reducir el índice glicémico de los alimentos.
Pero, ¿cuál de toda la lista de hidratos de carbono es conveniente enfriar en la nevera después de ser cocinados?
Arroz (ideal el largo, pero sobre el resto también tiene efecto), boniato o patata, legumbres…
¿Qué se busca con esta técnica?
Alimentar la famosa y tan conocida en esta página ya microbiota, ya que supone alimentar a las bacterias intestinales.
Resumido: un prebiótico fácil de obtener y de una manera muy económica, teniendo funciones autoinmunes, antitumorales y antiinflamatorias, que a mayores mejora la resistencia a la insulina y los problemas asociados con el metabolismo de los lípidos.
Tanto el exceso, como el defecto de estas pueden generar una inflamación estomacal.
Así que, ¿gordos o inflados? , no me vale escudarme ahora en la excusa de, estoy inflado cuando como, (hablando mal y de una forma totalmente entendible para todos los mortales) como el culo.
Por lo que he podido comprobar con varias personas a las que asesoro nutricionalmente, existe un desconocimiento de los efectos que tiene un alimento tras ser ingerido en nuestro estómago.
Nos miramos en el espejo para analizarnos, pero, ¿y si empezamos a mirar hacia dentro?
Últimamente parece haber sido creada una guerra contra los carbohidratos.
Primero fue hacia las grasas, luego hacia el azúcar, y ahora compartiendo posición con esta última, se meten los carbohidratos.
Sería conveniente empezar a diferenciar entre tipos de alimentos, propiedades, momentos en los que quizás sí que nos interese pautar su ingesta, y personas.
No todo es “malo” para todos, hay que diferenciar, por eso no hay productos blancos o negros, pese a lo que nos venda, y en este tema aplico una frase que vale para la vida misma, esa de que la vida es no solo blanco y negro, si no que la mayoría de las veces tiende a tener una diferente escala cromática de grises, o lo que yo traduzco como un DEPENDE (pero, esa palabra parece ser que no vende)
Nuestro ritmo de vida, estrés, alimentación,…, seguido de un largo etcétera hacen que la gran mayoría padezcamos de una inflamación crónica de grado bajo sin apenas saberlo.
La técnica es fácil:
- 1/ Cocinar por cocción o al horno (si el alimento tiene piel, como puede ser la patata o el boniato, mejor sin retirársela)
- 2/ Dejar enfriar a temperatura ambiente
- 3/ Meter en el frigorífico a temperatura de 4 o 5ºC.
- 4/ Y último paso, comer el alimento, bien sea recalentado (130 y 160 ºC) o frío, según el gusto personal.
¿Técnica apta para todos?
No
Las personas que sufren de SIBO han de evitar este sistema ya que generarían una sobrepoblación bacteriana de su intestino, y tan problemático es el defecto, como el exceso de estas unidades pobladoras de bacterias.